¿Porqué no te metés la lengua en el c...?

No es ninguna novedad que la queridísima iglesia católica tiene una especial aprehensión a inmiscuirse en los asuntos de la humanidad toda, es más, nunca escuché a un budista, o a un judío, o a un evangelista dirigiéndose a todo el mundo y dictando públicamente las reglas que ellos consideran sobre el comportamiento de los seres humanos como a éstos hipócritas cristianos (si, ya sé, los evangelistas bien que rompen las bolas, pero si les decís que no los querés escuchar, pegan media vuelta y se van). Tal es el caso que el señor éste al que llaman papa (sí, el queridísimo Ratzinger, el nazi) anduvo haciendo de las suyas y otra vez más nos dice como comportarnos. Aquí la noticia en cuestión:

Benedicto XVI dijo hoy que "la Iglesia no puede permanecer indiferente frente a la separación de los cónyuges y a los divorcios, frente a la ruina de las familias"
“Estos, para ser instruidos y educados, necesitan de referencias muy precisas y concretas, de padres determinados y seguros que colaboren en su educación. Ahora es este principio que la práctica del divorcio está deteriorando y comprometiendo con la llamada familia ampliada y móvil, que multiplica los 'padres y las madres' y hacen de modo que la mayoría de los que se sienten 'huérfanos' no sean los hijos sin padres, sino los hijos que tienen demasiados”.

Lejos de estar de acuerdo con lo que dijo este funesto personaje, puedo aceptar acaso, que alguien lo esté, no escribo para dar mi opinión sobre el asunto en sí, sino para destacar el grado de entrometimiento que ha alcanzado la iglesia en estos últimos meses, ya que este episodio anterior no es aislado, y se suma a muchas otras declaraciones que han salido de la boca de esta patética institución.

Creo yo, que han perdido el respeto por las personas que no se adhieren a su religión, y están intentando cada vez con más ímpetu de volver a la época de las cruzadas, donde o eras cristiano o estabas muerto (aunque esta vez con un poco más de consideracion, dejando de lado los caballeros con espadas), y es que ese es justamente la mentalidad del cristiano común, y por lógica, la de la iglesia en sí. Son ellos o la nada.

En fin, espero que con el tiempo la gente se valla dando cuenta que para creer en dios (si es eso por lo que van a la iglesia), no hace falta besarle la mano a estos degenerados, sino basta con creer uno mismo y vivir una vida basada en buenos principios, que son adquiribles mediante el más básico sentido común, y más importante aún, que  hay gente (como es mi caso), que no piensa como ustedes, por lo cual deben mantener su religión para ustedes y no hacer ninguna especie de declaración pública acerca de ella. Si nadie abdica por imponer su verdad, vivimos todos en paz.

Saludos, Bledo.