Eso rezaba el tíulo de un diario el día de hoy, en relación a la protesta que realizó el sector tambero el día de hoy en la cual regalaban leche a la población (sería bueno saber si estaba pasteurizada, creo que no). Más allá de la protesta como tal, cabe destacar el hecho de que esta vez, en lugar de molestar a la mayor cantidad de gente posible con cortes de ruta que solo afectan a la gente común que no tiene un pito que ver, decidieron regalarles un poco de leche.
Así y todo el tema no termina de cerrar, pues los que regalaban la leche, y se adjudicaban los comentarios positivos, no eran las personas que en efecto habían obtenido esa leche (los peones del campo que empiezan el día a las 4 de la mañana y lo terminan a las 22), sino los dueños de los tambos. Gringos de ojos celestes que lo único que hacen en el campo es darse una vuelta en su camioneta los fines de semana para tomar unos mates. Lógicamente la situación actual ha bajado bastante los porcentajes de ganancias, pero no ví nunca un productor convertido en croto viajando en los trenes cargueros.
En fin, aplaudo la iniciativa de protestar afectando a los de arriba y ayudando, o al menos dejando en paz a los que nada tienen que ver. Espero que esta modalidad se contagie a todos los sectores (léase: sector docente, entre otros) que gozan de hacer estas protestas perjudiciales para la gente comun .
Saludos, Bledo.
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